miércoles, 11 de febrero de 2009

La última carvana (Raúl Argemí)

- No quiero ser desagradecido, Roque; pero tenemos demasiado…
- ¿En qué sentido, viejo?
- Cuando tenía hambre, una taza de té caliente y un pedazo de pan viejo me hacían feliz. A veces un poco de agua, nada más… Eso era la felicidad. Ahora estoy perdido. El pan no tiene gusto. Nada tiene gusto…