Este bizcocho se puede considerar un bizcocho pesado. Ya que entre sus ingredientes encontramos mantequilla. Aunque la aplicación más normal de este bizcocho es la realización de la Tarta del mismo nombre, realmente podemos utilizarlo para cualquier tarta de chocolate.
Para un molde de unos 20 cm necesitaremos los siguientes ingredientes: 4 yemas de huevo, 90 gr de mantequilla, 75 gr de azúcar glass, 90 gr de cobertura (yo utilizo de 70% cacao), 4 claras de huevo, 75 gr de azúcar, 90 gr de harina y unos 5 gr de impulsor (levadura royal, etc.).
Los pasos a seguir para la correcta elaboración son: Primero poner la mantequilla en punto de pomada en un bol o batidora de pie. Añadir el azúcar glass batiendo con una varilla hasta mezclarlo todo bien. Después incorporar la cobertura fundida al baño maría; se sigue batiendo y cuando este mezclado incorporar las yemas una a una.
Aparte se montan las claras a punto de nieve con los 150 gr de azúcar. Esto debe quedar consistente hasta el punto de que al poner boca bajo el bol no se salga la preparación. Si no llega a este punto, tampoco pasa nada, pero si que debe llegar a ser una mezcla muy consistente.
Se mezclan los dos batidos y, por último, se incorpora con suavidad la harina tamizada junto con el impulsor.
Se vuelca el batido en un molde de unos 20 cm. El molde si no es de silicona, debe estar engrasado y enharinado. Se introduce en el horno previamente precalentado a 175ºC durante 25-30 minutos.
Se desmolda y se deja enfriar. Si queréis utilizarlo para hacer una tarta Sacher (siga el próximo capítulo en Directo al Paladar), al sacarlo del horno volcar el molde hacia abajo, encima de una rejilla, y dejar que se desmolde por si solo. Si queréis comer el bizcocho así tal cual, podéis desmoldarlo de la forma tradicional.
Es ideal para desayunar, merendar, de postre en comidas donde queráis impresionar….
¡Que aproveche!
Visto en Directo al Paladar