Pues eso exactamente es lo que hicimos: un huevo. Qué puede entenderse en su forma metafórica porque salieron muchos borrachos, y en su significado real, porque sólo usamos un huevo.
Ingredientes:
- Un huevo
- Media taza de azúcar
- Una taza de aceite
- Dos tazas de vino blanco
- 5 tazas de harina (para empezar, aunque luego hay que añadir más hasta que la masa esté dura).
- 2 gaseosas
Pues ahí estaban los tres chefs del momento: Garbancito, Juanito (de Antequera), y Paquito ex-gordito, dispuestos a empezar el proceso de creación, cada uno con su misión correctamente aprendida.
El proceso de elaboración es el siguiente:
- En un bol, mezclar la harina, el aceite y el vino, y amasar bien la mezcla.
- A parte, mezclar el huevo y el azúcar, y añadir a la mezcla anterior.
- Amasar todo junto y añadir harina hasta que la masa quede dura.
- Añadir las dos gaseosas y dejar reposar (un par de horas) para que fogue.
- Extender harina sobre la mesa, coger trozos de la masa y hacer una especie de colines.
- Pasar un rodillo (o una botella de vino como en nuestro caso) y aplanar los colines.
- Cortar los colines formando trapecios (algo parecido a un rombo, para quien no lo entienda). Aunque al final salen multiformas.
- Precalentar el aceite en una sartén.
- Echar tandas de la masa cortada, y cuando estén dorados por un lado, darles la vuelta. NO sumergir.
- Sacar los borrachos, escurrir el aceite sobrante y embadurnarlos de ázucar.
- Dejar enfriar.
Y si resumimos todo esto, como si fuera el cuento de ñiños:
- Garbancito cogió un huevo,
- Garbancito lo mezcló con los ingredientes,
- Juanito frió la masa,
- Paquito le echó ázucar,
- y todos se los comieron.
Saludos a la peña de la primitiva.