Corresponden a su libro "Escritos" (Madrid 2005) y reflejan perfectamente la humildad de los grandes. Dedicadas especialmente a nuestros lectores más plásticos y racionalistas:
"Creo en Dios. Tengo fe. Dios me la dio. La razón quiso quitármela en muchas ocasiones, pero no lo consiguió. Más bien me ayudó a continuarla, ya que gracias a ella supe que la razón tiene límites, y que por lo tanto hay espacios a los que la razón no llega. Cómo es posible que no haya Dios existiendo el amanecer y la confianza en los ojos de los niños. Cómo es posible que no haya Dios existiendo el azul, el amarillo y el viento (...) Cómo es posible sin Dios el amor, la mar y la tormenta".
"Creo en Dios. Tengo fe. Dios me la dio. La razón quiso quitármela en muchas ocasiones, pero no lo consiguió. Más bien me ayudó a continuarla, ya que gracias a ella supe que la razón tiene límites, y que por lo tanto hay espacios a los que la razón no llega. Cómo es posible que no haya Dios existiendo el amanecer y la confianza en los ojos de los niños. Cómo es posible que no haya Dios existiendo el azul, el amarillo y el viento (...) Cómo es posible sin Dios el amor, la mar y la tormenta".