miércoles, 12 de noviembre de 2008

Historia de España contada para escépticos (Juan Eslava Galán)

El tan cacareado derecho de pernada que ejercieron algunos señores medievales sobre sus súbditos no era, como se cree, el derecho del señor a desvirgar a la esposa del siervo en su noche de bodas, sino simplemente el derecho a recibir una pernada, un pernil, es decir, una jamón, de cada res sacrificada.